Orgulloso del Gobierno de México por primera vez en mi vida.

Cuando era niño, escuchaba las noticias emitidas en canal 2 por Jacobo Zabludovsky. No se si era el único noticiero en la televisión, pero era el único que veíamos en la casa. Para ese entonces, lo que conocíamos como televisión era todo lo que se transmitía por televisa, no existía TV Azteca, no existía Imagen TV, no sé si existía el cable, pero no teníamos acceso a este. De hecho, recuerdo que mi televisión era en blanco y negro, no sé si porque nuestra situación económica era mala, pero era lo único de lo que disponíamos en la casa.

Lo que, si recuerdo muy bien, era que disfrutaba de las caricaturas, algunas series de televisión, pero cuando llegaba la hora de las noticias y salía el presidente de México, que era todos los días, sentía una sensación de enojo, frustración, impotencia, disgusto.

No sé porque de niño tenía esos sentimientos, se supone que yo no entendía de política, yo no entendía lo que sucedía en México en materia económica, yo no entendía lo que sucedía a mi alrededor. Era un niño y mi única preocupación era jugar, y lo único se supone debería ser mi enojo era ir a la escuela. Pero no, cuando veía al presidente de México en la televisión sentía que no se lo merecía y lo único que provocaba eran problemas al país.

Recuerdo que cuando escuchaba las pláticas de los adultos acerca del gobierno y del PRI, ya se decía que el gobierno permitía el tráfico de drogas y que eso era bueno para la economía del país. Recuerdo que ya se decía que el PRI robaba, pero como consolación al pueblo de México, el PRI dejaba robar. La corrupción fue parte de la cultura con la que crecí, de niño aprendí que con dinero lo podía arreglar todo, pero ¿que pasa si no tienes dinero?

Cuando llego la alternancia fallida, y el gobierno paso a manos del PAN, ese año cuando la gente festejo como si se hubiera ganado la revolución nuevamente, mis sentimientos hacia el gobierno siguieron siendo los mismos. Yo sabía que no era ningún cambio, y la gente que había formado al PAN era la gente que por muchos años había apoyado también al PRI con dinero para sus campañas. Poco a poco lo que parecía una nueva revolución, se convirtió en la gran decepción, y lo peor estaba por venir y no fue el hecho de que el PAN robaba, pero ya no dejaba robar.

Así como en la fórmula uno los autos cada año son más veloces, la carrera por robar dinero y beneficiarse del gobierno se intensificó con el PAN. Lo peor aún, los presidentes quisieron tener el control total del narcotráfico y lo convirtió en una guerra. Una guerra contra el narcotráfico que ha dejado más muertes y desaparecidos que cualquier guerra en cualquier parte del mundo. Mis sentimientos de niño de enojo, frustración, impotencia y disgusto contra el gobierno y los presidentes se intensificaron.

Hoy al ver el desfile militar a través de YouTube y mediante el canal del presidente Andrés Manuel López Obrador, me sentí por primera vez en mi vida orgulloso del gobierno de México.